A una distancia de años
luz, en algún lugar del espacio, existe una nebulosa extraña; los astrónomos la
llaman “el ojo de dios”. Parece que nos está mirando.
En homenaje a Stephen
Hawking.
EL OJO DE DIOS
¡Cantad,
musas, la cáscara del cielo! ¡Cantad las bóvedas oscuras que envuelven nuestra
nuez! Un día estallaron en la mente de los pueblos y se abrió el mundo. Penetró
la vista en los abismos del cielo y se hundió en las tinieblas; se llenó todo
de explosiones de historia, de poesía, fue carne preñada de verbo. ¡Calíope,
Euterpe, cantad para mí! ¡Arrancad la música escondida en el espacio y traedla
a mis oídos, donde vendrá la palabra, arrancada de los pozos del universo,
preñada de tiempo en la placenta de la eternidad! Allá en el espacio mira, desde
un fondo sin límite, la pupila celeste y extraña; la mirada rodeada de colores;
el polvo perdido en el espacio; el ojo de dios.
¿Es nube de
historia o corazón de galaxia? ¿Poética sin fondo o palabra sin decir? ¿Es
música, es voz en el insondable silencio? ¿Es vida, es cuerpo, espíritu sin
carne, o es carne sin cuerpo? ¿Es la voz de la carne o es la carne de un
silencio? ¿El tremendo silencio del espacio en el que brilla, como un globo, la
mirada de dios? ¿Es voz sin palabra la insondable nebulosa, es música, es aire,
una mancha variopinta plantada en un ojo del universo, un hueco del espacio en
los espacios del tiempo, un pozo del ser? En sus confines late como un poema la
música del caos, los albores del tiempo, la cuna del espacio, Ginungagap.
Cantad, musas,
la tremenda historia brotada en el seno de la poesía. Cantad los albores del
tiempo, los orígenes del ritmo y el canto, la voz que fue vida y mientras lo
era ya era palabra; de ella salimos todos, y cuando no habíamos nacido aún no
estábamos allí para oírla, pero ya era, ya estaba, y estaba fuera del tiempo,
ya existía. En las tinieblas brilla con bellos colores la mítica galaxia, la
nebulosa misteriosa, la voz inefable y la extraña presencia, el ojo de dios.
El ojo de dios
es una nebulosa que flota en el espacio en uno de sus confines. En uno de sus
agujeros, en un universo sin límites, en un patio sin esquinas, sin arriba ni
abajo ni superficie ni profundidad. Allí, en ese espacio negro, brotan como
miles de flores los agujeros del tiempo, los extraños huecos del espacio, como
agujeros negros, los pozos del ser. Son miles de fuentes de historia y poesía,
y de ellas salen millones de gusanos, vientos erigidos como túneles del tiempo,
música silenciosa, porque no estábamos nosotros para oír. Allí, en el ojo de
dios, está la palabra. Y en millones de manantiales que brotan de nubes de
espuma más allá de la cáscara del cielo, más allá de los confines del mundo,
donde la bóveda duerme con su luz celeste, una cápsula en las tinieblas,
nuestro planeta enquistado en el mundo, el sistema solar.
¡Cantad los
violines del universo! ¡Cantad las cuerdas que vibran y en su vibrar construyen
los átomos, los puntos de materia surgidos del espacio, electrones y bosones,
los gluones, los quarks! ¡Ahí, ahí estamos nosotros envueltos de cielo! ¡Allí
encapsulados, dormidos en la cáscara, aislados en el mundo, insensibles al
dolor! Incapaces de sentir vibraciones, pero vibrando y sintiendo aún como
cuerdas, no como seres humanos; dormidos en el tiempo, perdidos en el espacio,
antes de nacer.
Cantad, musas,
la fuente de poesía donde brotó la historia. El mundo sin espacio, el mundo sin
tiempo, la vida y la palabra, el huevo del cosmos, el caos sin forma:
Ginungagap. Cantad el tiempo donde no vive el tiempo, la vida sin cuerpo que
fue cuerpo vivo antes de ser; la carne del verbo donde brotará todo, un cuerpo
de música, pero cuerpo sin cuerpo, cantad a la vida: ¡cantad!
Un Dios que respeto, que amo porque me dio la alegría, la libertad, la buena vida,el tanto gusto,un Dios que me hizo humano, que me hizo vivir y conocer, equivocarme, enmendar y pedir permiso y perdón, sobre todo me dijo aprende a ser y a no desgastare: "El ojo de dios es una nebulosa que flota en el espacio en uno de sus confines. En uno de sus agujeros, en un universo sin límites, en un patio sin esquinas, sin arriba ni abajo ni superficie ni profundidad", gracias Lechuza Literaria por permitir que hable de mi dios!
ResponderEliminarUn Dios que respeto, que amo porque me dio la alegría, la libertad, la buena vida,el tanto gusto,un Dios que me hizo humano, que me hizo vivir y conocer, equivocarme, enmendar y pedir permiso y perdón, sobre todo me dijo aprende a ser y a no desgastare: "El ojo de dios es una nebulosa que flota en el espacio en uno de sus confines. En uno de sus agujeros, en un universo sin límites, en un patio sin esquinas, sin arriba ni abajo ni superficie ni profundidad", gracias Lechuza Literaria por permitir que hable de mi dios!
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