¿QUÉ
ES ESO TAN RARO QUE LLAMAMOS
COMENTARIO DE TEXTO?
Comentar un texto es, ante todo,
explicar lo que significan las palabras, una especie de traducción. A veces se
ponen de moda palabras de otros idiomas y la gente las utiliza como si fueran del
nuestro: sorpasso, perestroika, laico, brexit, week end… Otras veces lo que se
pone de moda son expresiones enteras: dar el paseíllo, dar boleto, tener un hijo
de penalty… Otras la gente habla con refranes y frases hechas: salir trasquilado,
todo fluye, no es oro todo lo que reluce, hablar en el desierto… Explicar esas
palabras es hablar del lugar y la época donde surgieron, de la persona que las
inventó, del sentido que les dio la gente, de cómo cambia a veces el
significado de las palabras… Cuando leemos el famoso romance que dice “marinero
de Tarpeya” nos tienen que explicar que en realidad decía “mira, Nero de Tarpeya”,
y que por lo tanto no hablaba de marineros, sino de Nerón; pero la gente, al
oírlo de boca en boca, lo deformó y se lo aprendió mal.
Comentar
un texto es también explicar la intención de quien habla; no se trata de
aclarar qué dice sino para qué lo dice, qué significado les da a las palabras.
Cuando Jesucristo dice “soy el rey de los judíos” no lo dice para que la gente
se crea que manda en la tierra, sino para que todos entiendan que su reino no
es de este mudo; y cuando en la cruz le ponen un letrero que dice “INRI” (Iesus
Nazareno Rey de los Iudíos) lo hacen para burlarse de él.
Comentar un texto es contar una
historia de manera que se entienda; si acabo de ver una película y mi amigo me
pide que se la cuente, lo que debo hacer es relatar las cosas sin perder el
hilo, porque hay gente que se pierde en los detalles y se olvida del argumento,
que es por ejemplo lo que hacen los niños. A veces la película da saltos atrás
en el tiempo, pero cuando la contamos debemos hacerlo de manera lineal para que
no se pierda quien nos está escuchando; o si damos saltos en el tiempo hay que
tener cuidado para que se entiendan en la historia, porque a veces el
espectador puede confundir un salto atrás con algo que está ocurriendo en el
presente. Por ejemplo, cuando en La prima
Angélica el protagonista acude al entierro de su madre, su mente recuerda
los momentos del pasado en que él era más joven; las escenas del pasado pueden
confundirse con las del presente, y el director (Carlos Saura) utiliza un
recurso para que no nos perdamos: cuando el personaje tiene calcetines de liga
es que la escena pertenece al pasado, y cuando usa calcetines modernos es que
estamos en el presente.
Otras veces contar una película es
decir cómo la hemos entendido nosotros, que no quiere decir que así sea como la
ha hecho el director; eso pasa cuando la película es difícil de entender. Por
ejemplo cuando contamos 2001. Una odisea
en el espacio, ¿cómo entendemos que al final el astronauta se vuelva bebé
dentro de la nave? ¿Quiere esto decir que el tiempo dentro de la historia corre
hacia atrás, del futuro hacia el pasado? Y cuando vemos un monolito ¿cómo lo
debemos interpretar, como la mano de dios? Y cuando en Elisa, vida mía el protagonista ve animales en el matadero, ¿hay
que entender que es la realidad, o que es un sueño?
Vamos a volver al principio para
recoger todas las cosas que hemos dicho sobre el comentario y ordenarlas en un
conjunto; según esto comentar un texto es:
1º.
Identificar las palabras que no se
entienden y buscarles un significado. Para ello vamos a tener que usar un
diccionario. A veces necesitaremos conocer el lugar o la época para entenderlas
bien (por ejemplo “sacarse la mierda” en Chile significa trabajar duro, “tomar
once” es merendar, “desfacer entuertos” en el Quijote significa combatir las
injusticias; está claro que cuando no conocemos el lugar y la época no podemos
comentar bien el texto).
2º.
Resumir lo que dice el texto (es
decir contarlo con pocas palabras) y
dividirlo en partes; si el texto cuenta una historia suele tener
exposición, nudo y desenlace; pero si lo que hace es defender una idea suele
tener introducción, desarrollo y conclusión.
En una historia la exposición
es el planteamiento (en la primera parte de Parque
Jurásico nos explican cómo es la garra del velocirraptor y cómo el
millonario construye un maravilloso parque donde vamos a ver al velocirraptor
en libertad); el nudo es cuando
surge un problema y todo se pone patas arriba (que es cuando se va la luz, los
animales se escapan y todo se enreda); y el desenlace es cuando se resuelve el problema y todo vuelve a la
normalidad (el velocirraptor quiere cazar a los niños con la garra que vimos en
la exposición, y los niños se salvan). Así, una historia es una perturbación
que surge en una situación inicial y en el desenlace se resuelve esa
perturbación: todo vuelve al orden que había al principio.
En una argumentación la introducción
suele decir a veces por qué vamos a defender una idea (lo mismo que los códigos
de leyes suelen empezar con una exposición de motivos); luego viene el cuerpo
del texto propiamente dicho, el desarrollo
(donde se encadenan las ideas dividiéndolas en partes); y por último en la conclusión se deja bien clara la idea
principal que se estaba defendiendo (aunque esto no siempre sucede así).
Otras veces en la introducción
aparece la idea principal y en el desarrollo las ideas secundarias; eso depende
de que el texto sea deductivo
(cuando va de lo general a lo particular de manera firme y segura) o inductivo (cuando va de lo particular a
lo general y llega a una conclusión que no es segura, sino probable). Ejemplo
de texto deductivo: si los leones son mamíferos y los mamíferos son
vertebrados, entonces los leones son vertebrados. Ejemplo de texto inductivo:
las gallinas, los gorriones, los cuervos, las cigüeñas, las avestruces… son
pájaros y tienes plumas, por lo tanto todos los pájaros tienen plumas.
3º.
Explicar cuál es la intención del autor;
qué nos quiere decir el texto. Por ejemplo cuando Jesús nos cuenta la parábola
del grano de mostaza ¿qué nos quiere decir? Que la Iglesia empezó siendo
pequeña como una semilla y acabó creciendo hasta convertirse en algo grande
como un árbol.
4º.
Y por último, comentar un texto es dar nuestra opinión sobre él y decir qué nos ha parecido; pero decirlo siempre
de manera razonada (no vale decir “me ha gustado” o “estoy de acuerdo con él”,
sino que hay que explicar por qué nos
gusta y por qué estamos de acuerdo).
Resumiendo: un buen comentario debe
contener análisis, síntesis y conclusión. En el análisis definimos las palabras
que no se entienden y dividimos el texto en partes, explicando lo que se dice
en cada una de ellas. En la síntesis resumimos el texto y explicamos la
intención del autor; y en la conclusión aclaramos la idea principal y damos
nuestro punto de vista. El orden puede ser el siguiente:
- Buscar
el significado de las palabras
oscuras o nuevas. (Análisis).
- Resumen.
(Síntesis).
- Dividir el texto en partes
y explicar cada una de ellas. (Análisis).
- Explicar
cuál es la intención del autor
(la mayoría de las veces a partir de la idea principal). (Síntesis o
conclusión).
- Dar
nuestra opinión sobre el texto
(si nos gusta, si estamos de acuerdo con él, y por qué). (Síntesis y
conclusión).
Volvamos
al ejemplo de la película: si un amigo nos pide que se la contemos debemos resumirla
con claridad; luego volvérsela a contar detallando y explicando cada una de sus
partes (procurando aclarar los pasajes oscuros y las escenas que no se entienden
bien); luego intentar explicar lo que creemos que ha querido decir el director
con esa historia y, por último, decir qué nos ha parecido.
Concluyendo: que debemos ser fieles a la
película (debemos contar exactamente lo que hemos visto, no inventarnos
nosotros nuestra propia película); y que, si no la hemos entendido bien,
debemos decir claramente qué es lo que no hemos entendido y de qué maneras
posibles lo podríamos interpretar; para concluir opinando de manera que quien
escucha pueda opinar también (y sólo podrá opinar si se la hemos contado bien).
Y no digo más.
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ResponderEliminarAcabo de borrar el comentario que hay más abajo, porque estaba repetido; y al hacerlo, Tan a, tus palabras me han hecho reflexionar sobre el contexto de recepción en relación con el de producción.
Eliminarsolo digo que me ha refrescado un tema que trabajo tanto con mis alumnos, me ha ordenado, rescatando lo que hoy llamamos el contexto de RECEPCIÒN cuando vamos a comentar una obra, entra a tallar el receptor, el lector, lo que sintió, lo que la obra le dejó, por eso, cuán cierto es: "comentar un texto es dar nuestra opinión sobre él y decir qué nos ha parecido; pero decirlo siempre de manera razonada (no vale decir “me ha gustado” o “estoy de acuerdo con él”, sino que hay que explicar por qué nos gusta y por qué estamos de acuerdo)."🎈
ResponderEliminarLo que he escrito esta semana es el poso de más de treinta años haciendo comentarios con los alumnos; cuanto más me pedían esquemas de trabajo más se aferraba a esos esquemas para llenar sus epígrafes de palabras de relleno. Así que he optado por darles libertad; decirles que sólo se trata de contarle una película a alguien que no la ha visto de manera que la entienda; si se tiene algo que decir pienso que la forma (o la estructura) se irá imponiendo sola. Es imposible contar bien las cisas sin hacer análisis y síntesis y sin mirar el contecto.
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