LA IMPERTINENCIA DE LA LECHUZA
EL MÉTODO CONCLUSIVO
Quienes
presumen de científicos utilizan el método hipotético-deductivo. Se llama así
porque el investigador introduce en la realidad hipótesis de las que puede
deducir consecuencias, de tal manera que pasa siempre por cuatro momentos:
1. Realidad
de partida (que debemos observar, analizar, describir, ordenar), y sobre esa
realidad nosotros hacemos una pregunta: las cosas son así, pero ¿por qué?
2. Hipótesis
o respuesta: se da una primera explicación recurriendo a la deducción, a la
analogía y al conocimiento previo que tenemos de la realidad.
3.
Consecuencias que se derivan de la
hipótesis, es decir predicciones sobre las cosas que no conocemos exigidas por
esa posible explicación hipotética de los fenómenos.
4. Vuelta a la realidad: comprobación de si existen o no
las cosas que predice la hipótesis contrastándolas nuevamente con los datos; la
realidad, que ha sido el punto de partida, tiene que ser también el punto de
llegada.
Veámoslo con
un ejemplo: observo que me duele el dedo; ordenando en mi mente las cosas que
me han ocurrido, resulta que me ha empezado a doler después de caminar por unas
zarzas: deduzco, pues, que me he pinchado y concluyo que se me pasará dentro de
un rato; pero (vuelta a la realidad) no sólo no se me pasa el dolor, sino que
me está subiendo la hinchazón del dedo por la mano y amenaza con llegar hasta
la muñeca.
Decido ir al
médico. Después de observar la evolución de la hinchazón, él busca en su
memoria y descubre que cosas parecidas suceden cuando nos pican las víboras; si
ésa fuera la causa, concluye que la picadura debería tener dos puntitos en vez
de uno, producidos por los dos colmillos del animal; vuelve a mirarme la mano:
en efecto, tengo dos pinchazos muy próximos el uno del otro. El médico,
entonces, procede a darme el antídoto.
Repasemos los
pasos que hemos dado:
1.
Observación: me duele el dedo. Análisis: todo empezó
junto a unas zarzas.
2.
Hipótesis: la causa es un pinchazo, probablemente
urticante.
3.
Consecuencias: el dolor se me debería pasar en seguida.
4.
Contrastación y refutación: el dolor no se me pasa y la
hinchazón sigue en aumento.
Repasemos
ahora los pasos que ha dado el médico:
1.
Observación: la hinchazón progresa sin límite aparente.
2.
Hipótesis: es el picotazo de una víbora (enroscada,
probablemente, entre las zarzas que he rozado con la mano).
3.
Deducción: debería haber dos puntitos en la herida.
4.
Contrastación y confirmación: he vuelto a mirar el dedo
y acabo de descubrir los dos pinchazos; se trata, seguramente, de una víbora.
Comparémoslo con
el razonamiento que hace Antonio Machado en una de sus poesías: la que se
titula A un olmo viejo.
1.
Observación: hay un olmo viejo, seco, un tronco sin
hojas, hendido por el rayo.
2.
Hipótesis: en semejante estado el olmo está muerto.
3.
Consecuencia: si estuviera muerto no debería volverle a
salir ningún brote verde.
4.
Refutación: pero le acaban de salir unos brotes; por lo
tanto, en contra de las apariencias, no estaba muerto.
El poema
concluye diciendo: “mi corazón espera otro milagro de la primavera”; y eso
significa que el poeta espera que le pase a un ser muy querido por él algo muy
parecido a lo que le ha sucedido al olmo viejo; veamos qué es:
1.
Observación: por aquel tiempo (tiempo en que compuso su
poema) Leonor, la esposa del poeta, estaba gravemente enferma; la tuberculosis
cursaba normalmente con la muerte del paciente. De manera análoga, el olmo
viejo se estaba muriendo.
2.
Hipótesis: es posible que Leonor experimente una
mejoría, igual que le acaba de ocurrir al árbol.
3.
Consecuencia: con suerte, esa mejoría no sería
transitoria sino que podría conducir a la curación.
4.
Comprobación: tiempo después murió Leonor; la esperanza
quedó frustrada porque la hipótesis acababa de ser refutada.
El ejemplo de
la víbora y el del olmo acaban de ser tratados con el mismo método: el método
hipotético-deductivo. Sin embargo coincidimos en llamar al primer ejemplo una investigación
científica y al segundo un comentario de texto. Ahora bien, se admite que la
interpretación de los textos es un proceso distinto de la investigación
científica, que, a diferencia de ésta, no busca causas, sino interpretaciones;
y, a diferencia de la explicación, se presenta a sí misma como portadora de un
método distinto: el de la comprensión.
Pero acabamos
de ver que la explicación del dolor en el dedo sigue los mismos pasos que la
comprensión del texto: el método hipotético-deductivo parece ser común a la
poesía y a la ciencia; no es algo privativo de las ciencias naturales mientras
que las humanidades y las ciencias humanas utilizarían un método alternativo,
el que llamamos hermenéutico; como cuando los juristas tienen que interpretar
las leyes en su aplicación.
No. El método hipotético-deductivo y
el hermenéutico son el mismo; la diferencia está en que el primero trabaja con
fenómenos y el segundo con textos, pero los pasos que se siguen en ambos casos,
tanto para explicar como para interpretar, son idénticos: se trata de observar,
conjeturar, inferir y concluir; análisis empírico, hipótesis, análisis lógico y
contrastación.
1.
Análisis empírico. Observo la realidad: en un caso se
trata de fenómenos y en el otro de textos; un texto es la huella escrita de un
conjunto de fenómenos.
2.
Hipótesis. Es una explicación posible y, a ser posible,
plausible; pero no se descartan nunca las explicaciones disparatadas. A las
conjeturas (o explicaciones hipotéticas) se llega por inducción, deducción o
analogía.
3.
Análisis lógico. Desmenuza las posibles implicaciones
contenidas en la hipótesis, ya sea analizando los conceptos, las relaciones
entre conceptos o las conexiones entre las ideas, los conceptos y los
conocimientos acumulados en la cultura del investigador; estaríamos,
respectivamente, ante tres tipos de análisis: conceptual, lógico y de control
empírico; este último intenta ver si las ideas y conceptos analizados
lógicamente tienen también su correspondencia en el mundo de la experiencia
posible.
4.
Contrastación. Se trata de saber si en el mundo real se
dan también esas consecuencias posibles que hemos analizado después de sacarlas
de la lógica de las cosas; es decir de comprobar si el mundo real está en
consonancia con el mundo posible; un mundo de posibilidades que, previamente,
nosotros hemos sacado de la realidad.
El método hipotético-deductivo debería llamarse hipotético-conclusivo, porque las
conclusiones a las que llega se obtienen por medios deductivos y analógicos
además de inductivos. Sirve para explicar cuando se aplica a los fenómenos, y
para comprender cuando se aplica a los textos; el método de comprensión no es,
en consecuencia, distinto del de la explicación, sino que para lo que algunos
llaman comprender y para lo que otros llaman explicar se siguen los mismos
caminos. Solemos decir que cuando pesan más las analogías en la obtención de
conclusiones su carácter es menos científico, y cuando pesan más las
deducciones lo es más; es sólo una cuestión de dosis, de modo que entre todas
las ciencias hay unas que lo son más y otras que lo son menos; pero todas las
ciencias, incluso las aparentemente menos analógicas, utilizan la analogía; así
se obtuvo, por ejemplo, la ley de la carga eléctrica (qq’/d2) por
analogía con la ley de la gravedad (mm’/d2).
Si falta el cuarto paso del método
(la contrastación) pueden ocurrir tres cosas:
A. Que
su motor sea la razón, en su doble
vertiente lógica y analógica: se trata de filosofía.
B. Que
su motor sea la fe, ya se exprese
mediante conclusiones lógicas o mediante analogías: es la religión. O más
precisamente, las mentalidades e ideologías.
C. Que
su motor sea la lógica, es decir la
razón desprovista de contenidos empíricos: se trata de ciencias formales
(lógicas y matemáticas).
La razón, la lógica y la ciencia
contienen, en las hipótesis, un mundo de conjeturas; una conjetura es una
explicación que esperamos que sea cierta, confiamos en que lo sea: pero no se
trata de una fe religiosa, monolítica e inamovible, no es una confianza ciega,
propia del fanático, sino una fe racional; una esperanza cuya confirmación
dependerá de los hechos; a diferencia de la religión, en la que depende de la voluntad de un ser supremo.
Poesía
es deleitarse en las analogías que generan hipótesis a partir de los datos,
pero sin comprobarlas; todas las artes
que existen son formas de poesía, aunque las que se pegan mucho a lo observable
adoptan un estilo realista que, en último extremo, las acerca a la ciencia.
La técnica es la búsqueda de conclusiones (lógicas y analógicas) que,
además de calcar la realidad, permiten construir artefactos que la imitan para
modificarla.
Y el saber ordinario, al que también solemos llamar sabiduría popular, es un conocimiento más descriptivo que
conclusivo, pero también conclusivo, que no se preocupa demasiado por
sistematizar la coherencia entre las cosas que dice. Lo llamamos saber cuando está pegado al terreno de
manera realista (algunas veces con un realismo ramplón). Y cuando aporta
conjeturas interesantes en forma de destellos, tanto para conocer como para
vivir, lo llamaremos sabiduría.
Todo (ciencia, arte, matemáticas,
religión y filosofía) deriva del método conclusivo; que es el que
utiliza la razón en contacto con la vida. No hay diferencias fundamentales
entre las ciencias naturales y las humanas, salvo en cuanto a su objeto
(fenómenos o textos) y en el mayor énfasis que pongamos en los datos o en las
hipótesis, por un lado, y entre la deducción y la analogía, por otro; incluso
las ciencias de la naturaleza, cuando dependen de la observación de realidades
inobservables, pasan a ser más que ciencia: filosofía; y para los científicos
ramplones la filosofía no es más que degradación de la ciencia. Por eso la
teoría de cuerdas es acogida, por algunos científicos, con desprecio.
Que artículo más exacto para iniciar investigaciones y monografías con mis alumnos del Bachillerato, rescato: " es deleitarse en las analogías que generan hipótesis a partir de los datos, pero sin comprobarlas; todas las artes que existen son formas de poesía, aunque las que se pegan mucho a lo observable adoptan un estilo realista que, en último extremo, las acerca a la ciencia."
ResponderEliminarQué artículo más exacto para iniciar investigaciones y monografías con mis alumnos del Bachillerato, rescato: " Poesía es deleitarse en las analogías que generan hipótesis a partir de los datos, pero sin comprobarlas; todas las artes que existen son formas de poesía, aunque las que se pegan mucho a lo observable adoptan un estilo realista que, en último extremo, las acerca a la ciencia."
ResponderEliminarEntre las ciencias empíricas se considera desde hace tiempo que las que estudian la naturaleza utilizan el método hipotético-deductivo (basado en la observación directa), mientras que las ciencias humanas utilizan el método hermenéutico (centrado en la interpretación de los textos, que es una forma de observación indirecta). En esta entrada sostengo que los dos son meras variantes de un método común al que llamo "conclusivo". La diferencia entre estos dos grupos de ciencias empíricas no se debe al método que emplean, sino a la realidad que estudian, que no se deja aprehender de la misma manera cuando se trata del cuerpo que cundo se trata de lo que genéricamente podemos llamar "espíritu". (Por espíritu entendemos esa parte de la mente que se siente impotente con los productos lógicos de la conciencia y necesita recurrir a procedimientos más intuitivos que tienen mucho que ver con el inconsciente). Por lo demás, no se diferencian en nada.
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