sábado, 29 de agosto de 2015

Rincón del Filósofo (3)






2014.
RINCÓN DEL FILÓSOFO (3)

 
 NOVIEMBRE


45

            La razón  no ha surgido luchando contra el mito como si el mito fuera irracional; por el contrario, ha salido del vientre del mito como un árbol sale de su semilla.


46

No ha habido un momento en que el mito acabara por retirarse para dejar paso al logos: la razón estuvo siempre en el interior de los pensamientos míticos, pero estuvo dormida; y el mito no se retiró tampoco de la escena de la historia cuando se produjo el desarrollo de la razón.


47

La tarea más importante de la filosofía peruana no es, hoy, buscar razones que ya posee, sino plantarlas en esas otras razones que laten dormidas en su suelo.



DICIEMBRE


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            La razón es la capacidad de concebir y juzgar, y en último extremo concebir y juzgar es tomar decisiones.


49

Concebir es formar conceptos, y la razón lo hace por análisis y síntesis, en los distintos procesos de observación, inducción, deducción y analogía.
Juzgar es formar proposiciones, y los procedimientos son los mismos que para la formación de conceptos.
            La razón puede ser inteligente e intuitiva. Como inteligencia, se desarrolla de manera consciente, y como intuición, piensa sin tener conciencia de que piensa; ni de lo que piensa.
El pensamiento de la razón puede ser lógico o analógico. Llamamos lógica al estudio del análisis y la síntesis aplicado a la deducción y a la inducción; el resto es analogía. Analogía y lógica son, pues, dos mundos racionales.


50

            Tener conciencia es darse cuenta de las cosas.

 
51

            Tener conciencia es darse cuenta de las cosas: y podemos darnos cuenta de lo que son las cosas (es la racionalidad teórica) o de lo que las cosas deben ser (y es la racionalidad práctica).


                                                                      52                 

El amor es más fino que el placer de los sentidos; el placer de los sentidos se contiene en el de los sentimientos, pero no al revés: el amor contiene erotismo, pero el erotismo puro no contiene amor. Cuando no podemos disfrutar de dos placeres al mismo tiempo es mejor elegir el más completo


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Un placer concreto es un camino que te lleva. Un placer abstracto es un horizonte que te guía por ese camino.


54

El bien en general es preferible a una cosa buena; porque, guiado por el bien, tu instinto podrá encontrar en el mundo muchas cosas buenas.


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            Hay, pues, dos tipos de jerarquía en las motivaciones: la jerarquía de los placeres, que nos abre los ojos para disfrutar de las cosas materiales, sensoriales, individuales y concretas; y la jerarquía de los valores, que nos da ojos para gozar de un ideal, cuando este ideal no nos cierra el camino de los goces sensoriales y concretos. La llamada del cuerpo debe saberse compaginar con la del espíritu.
            Hace falta un saber que sabe lo que hace; pero cabalga sobre un hacer que sabe lo que tiene que hacer. ¿Qué es el deber? Saber que un ideal o un placer no te quita la posibilidad de disfrutar de otro mejor; y no saber también que los mejores ideales no deben ser tiranos que esclavicen a los que no son tan buenos.


56

Debe haber un equilibrio entre lo superior y lo inferior, porque lo superior se derrumba también cuando se caen los pisos inferiores. No puede haber amor puro cuando estamos reprimiendo la sexualidad.


57

            El placer automático hace, sin pensar, lo que le dicen. El placer autónomo lo piensa primero. ¿Qué es pensar? Pensar es hacer uso de la razón.


58

            El que resiste las tentaciones nocivas sabe lo que tiene que hacer; conoce lo que le conviene; sabe lo que es bueno. Podríamos decir que en su caso obrar bien es lo mismo que conocer el bien: en eso conoce su deber, y él lo sabe; es muy consciente de ello.
            El que no resiste las tentaciones nocivas ¿por qué lo hace? Puede que no sepa que esas tentaciones son malas: en ese caso se lo enseñamos y, una vez que lo aprenda, será imposible que obre mal. Pero puede ser también que no tenga capacidad de resistencia y entonces, aunque sabe lo que le conviene, no tiene fuerzas para buscarlo.


59

            Y puede suceder también que conozca mi deber sin llegar a creérmelo del todo.
                                                                                          

60

            Y es que conocer no es sólo sentir en el momento. Ni pensar a largo plazo en consecuencias que no siento. Sino sentir los dolores futuros como una presencia que tiene capacidad persuasiva para hacerme cambiar ahora.






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