2014.
RINCÓN DEL EDUCADOR
MAYO
11.
Lo que importa
es la idea, no las palabras. La idea es que la enfermedad está causada por la
intromisión de un ser extraño en nuestro cuerpo; cómo lo llamemos es
secundario. Podemos llamarlo espíritu o microbio, da igual. Es sólo cuestión de
palabras. Vuestro rechazo a admitir ciertas palabras en el lenguaje científico
os incapacita para comprender el avance de la ciencia.
12.
Las
explicaciones científicas siempre son provisionales; aunque una explicación que
ha resistido numerosas pruebas nos puede dar una seguridad moral, si no
científica.
-¿Entonces
la gente de ciencia nunca puede decir taxativamente: esto es así?
-No.
Cuando un científico es dogmático se vuelve doctrinario, y entonces habla de la
ciencia como si fuera una religión, seguro de que no puede fallar, y él es el
sacerdote del laboratorio.
JUNIO
13.
Parece que las
cosas que aprendemos con la cabeza se nos olvidan pronto: las que se nos quedan
en la memoria son las que aprendemos con el corazón; o con las tripas.
14.
El sentimiento
es una forma más perfecta de saber que el entendimiento. Entender es saber
desde lejos; sentir es saber de cerca. Pero sentir que una cosa no nos conviene
no es suficiente. También tenemos que sentir en nosotros la fuerza para
dejarla.
15.
-Saber cómo son las cosas,
daros cuenta de lo que os rodea, es tener conciencia del mundo; cuando uno
duerme y se desmaya está inconsciente. Pero aquí hablamos de otra cosa. No se
trata de darse cuenta de las cosas, sino de darse cuenta de lo que tenemos que
hacer: a eso lo llamamos conciencia moral. Para eso necesitamos sentirlas (esa
comunicación con ellas tiene algo de místico). Y luego sentirnos en ellas,
sentir cuando nos hacen daño, sentir cuándo debemos cambiarlas. Podemos tener
conciencia de las cosas y no tener conciencia moral. ¿Lo entendéis?
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