sábado, 18 de febrero de 2017

La partes de la filosofía



LAS PARTES DE LA FILOSOFÍA

 
 
1. Las ocho formas de vida.

            La existencia puede asegurarse en este mundo o en trasmundos invisibles situados en el más allá.
            El yo inmanente está en el mundo y en él lucha por existir. Busca su existencia en este mundo, a diferencia del yo trascendente; la trascendencia es dios.
            La esencia se juega en el arte, que es búsqueda de plenitud.
            Sólo en la ética convergen esencia plena y existencia plena, haciendo de la vida una auténtica obra de arte.
            La historia es inmanencia. Todas las demás formas de vida son trascendentes.
            El punto de partida de esta ontología está constituido por el estudio de ocho formas fundamentales de vida. Son las siguientes:
1. Inmanencia: estoy dentro del mundo y veo el mundo, pero no me veo a mí.
2. Autoconciencia: mi mente sale parcialmente del mundo, y desde fuera se ve a sí misma luchando dentro.
3. Ética: estoy como autoconciencia dentro del mundo, y me identifico en otros como yo que también están en el mundo.
4. Arte: salgo enteramente del mundo y vivo en otros que sí están en el mundo.
5. Juego: el sentimiento de los otros en mí flota en la novedad generada por la repetición.
6. Humor: la novedad mana de la repetición sin sentir a los otros en ese estar fuera del mundo en que estoy yo.
7. Ciencia: mi mente sale totalmente del mundo, y desde fuera ve el mundo sin sentirlo: como un juego de sombras.
8. Técnica: esta separación entre yo y el mundo es el teatro de iteraciones que no producen novedad.

 

2. Las partes de la filosofía.

            La autoconciencia es antropología cuando es estudiada por la filosofía. El estudio del mundo como inmanencia no autoconsciente es cosmología. El estudio de estas dos regiones del ser abarca cuatro bloques temáticos generadores de sendas disciplinas: nosología (noosfera), ontología (cosmosfera), ontopatía (erosfera) y fenomenología (cronosfera o historia del ser). De este entramado se derivan las partes de la filosofía. Son las siguientes:
            1. Nosología. Se ocupa del conocimiento, e incluye tanto al conocimiento físico como metafísico (hay continuidad entre filosofía y ciencia). Se divide en:
                        a) Fainología. Estudia la percepción. Abarca territorios que han sido abordados por Husserl bajo el término “fenomenología”; ésta no debe confundirse con la historia de las apariciones del ser como parece significar el término en Hegel: para esto último reservaré el término “cronofanía” o, simplemente, “fenomenología”. La fainología se ocupa del conocimiento sensible; pero, a diferencia de Platón, lo concibe como íntimamente ligado a la inteligencia de las cosas. Percibir es volcar las sensaciones en moldes gestaltistas y conceptuales; estos últimos resultan de nuestra experiencia y nuestro aprendizaje.
                        b) Epistemología. Estudia el conocimiento intelectual y abstracto; y lo hace tanto desconectado del mundo sensible (ciencias formales) como conectado con él (ciencias empíricas): en este último caso no se confunde con la fainología, porque explora conceptos nuevos en vez de limitarse a reproducir los existentes.
            2. Ontología. Es el estudio del ser, incluido el ser humano, pero reducido a sus componentes no humanizados. Hay tres ontologías (o tres partes de la ontología) dependiendo de las tres regiones a las que se aplica:
                        a) El conocimiento ordinario (impropiamente llamado “sentido común”): son las teorías elaboradas a partir de la percepción, y podemos hablar de ontología fainológica.
                        b) La ciencia: abarca las teorías elaboradas reflexionando no sólo sobre las cosas que percibimos, sino también sobre la aplicación a las mismas cosas de los conceptos producidos por el desarrollo autónomo de la razón. Todas las teorías científicas en todas las ramas del saber tendrían cabida aquí; la ontología científica es más un puente entre filosofía y ciencia que una rama de la filosofía. Es el mundo de las ontologías regionales.
                        c) La metafísica: es la parte de la ontología que se ocupa de las regiones últimas del ser, comunes a todas las ciencias; sus campos emblemáticos son las relaciones entre el ser y el tiempo o el ser y la nada (teniendo en cuenta que el ser se estudia aquí independientemente de toda consideración fainológica).
            3. Ontopatía. Estudia la naturaleza sintiente de las cosas, el pathos del ser. Si la ontología estudia los aspectos no humanizados del ser, eso quiere decir que en último extremo podría confundirse con la lógica; pero una lógica paraconsistente capaz de captar el tiempo, lo que no consiguen las lógicas bivalentes al uso. La física y la química son modelos de esa lógica (¿de esas lógicas?) que se constituyen interpretando las variables de diversas maneras. Pero la lógica ontológica contempla el ser como representación, esto es como formas que aparecen a nuestra razón. La patiología lo contempla como presencia, desde dentro: buscando lo que el ser siente. Prolongación natural de la patiología sería la ontopatía, que se preocupa de sentir el ser. La biología y la psicología serían modelos patiológicos de la lógica ontológica, y la poesía y la mística lo serían de la ontopatía. En correlación con la lógica ontológica se levantaría una gramática ontológica, que incorporaría intuiciones interesantes de Octavio paz (véase El mono gramático). La patiología se puede escindir en dos grandes apartados:
                        a) La hilopatía. Estudia la naturaleza sintiente de la materia no humanizada, mineral, vegetal o animal, por lo menos de los animales inferiores. Algunos autores han postulado una protomentalidad de la materia.
                        b) La patiología humana (humanipatía). Se ocupa de las formas de sentir en la naturaleza humana, ocupando un territorio fronterizo con la psicología de la que, sin embargo, se aparta; ésta se ocupa, en efecto, de las representaciones del sentir, mientras que a la patiología humana le interesan sus presencias.
            La ontopatía es esa forma de conocimiento que consiste en sentir el ser más que razonar sobre él (intuición frente a inteligencia): aquí tienen cabida intentos como la razón poética de María Zambrano. Ahora bien, hay una línea muy delgada entre la ontopatía y la mística (y el arte en general); esta última quiere sólo sentir el ser, mientras que la primera quiere conocer sintiendo. En efecto, pensar es razonar y sentir: tales son los dos modos de conocimiento que hay.
            4. Fenomenología. Entendida como una historia del ser, en relación con una historia del tiempo (cronofanía), abarca:
                        a) Una filosofía de la naturaleza (entendida como ontología de la historia de la naturaleza). La dialéctica de la naturaleza intentada por Engels no cuajó ni siquiera como embrión de este proyecto.
                        b) Una filosofía de la sociedad (como ontología de la historia social). Su modelo es la hegeliana fenomenología del espíritu

 

            Obsérvese que ontología y ontopatía son dos formas de conocimiento del ser: una por la razón; la otra por el sentimiento. Hay una ontología y una ontopatía de la vida, que es a un tiempo sentimiento (erótica) y lucha (agonística). Esta presencia da lugar a tres campos de estudio:
            A. Teletaxia. Lucha por la existencia. En su fase inmanente es hemerótica y filosofía de la historia; en su fase trascendente es patética.
                        a) Hemerótica. Se ocupa de la vida cotidiana, algo que podríamos llamar la erótica de los días.
                        b) Filosofía de la historia. Sería lo que podríamos llamar ontología social, y se ocupa de las condiciones de posibilidad del saber en función del sentir y viceversa. Frente a la erótica de los días, es aquí erótica de los tiempos. La lucha por la vida tiene muchas líneas fronterizas; la religión, por ejemplo, no es lo mismo como lucha por el poder que como experiencia de la intensidad; en el primer caso es objeto de la filosofía de la historia; en el segundo, lo es de la patética en la mística.
                        c) Patética. Se ocupa de la lucha trágica, que es ante todo la lucha contra el destino. Aspectos de la humanipatía religiosa pueden caber en este apartado. Como erótica del destino es tragedia; y como erótica de la eternidad es la mística.
            B. Televida. Lucha por la esencia. Es trascendencia liberada de las contingencias de este mundo, pues aquí no peligra la vida ni peligran tampoco nuestras formas de instalación en este mundo. Abarca estas dos disciplinas filosóficas:
                        a) Filosofía del ocio. Trata de la vida como lucha en el juego, en el deporte, pero no en la lucha por la vida: en el juego se busca menos la victoria que la superación (aunque el juego tiene efectos teletáxicos que desprecian la superación buscando la victoria). Pero también encontramos aquí la erótica del descanso. El juego, competitivo o cooperativo, es diversión ligada a la lucha; el descanso es diversión que no requiere esfuerzo.
                        b) Estética. Se diferencia de la patiología en que su objeto de estudio es el sentimiento distanciado.
            C. Ética. Estudia las interacciones entre lógica ontológica y patiología humana, insertando la necesidad ontológica en el sentir; rechaza, por consiguiente, que pueda hablarse de manera generalizada de falacia naturalista. 


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