sábado, 4 de julio de 2015

Rincón del Filósofo





PENSAMIENTOS

            Ha llegado el verano. España entera se vuelve pereza. La lechuza levanta el vuelo al anochecer pero éstas son noches  calurosas; a duras penas podemos dormir.
No conviene escribir cosas pesadas (bastante nos pesa ya la cabeza cuando luchamos contra el calor): en eso ha pensado también la lechuza; ha hecho una antología, una miscelánea de frases salidas de cuando se hizo literaria, allá por su primer año de vida. Habrá, pues, un rincón del filósofo, un rincón del poeta, un rincón del curioso y un rincón del maestro.
Animo, pues, a los lectores a tomar estas píldoras. Píldoras ligeras. Frases para el verano pues los momentos agradables también pueden sestear en la cultura. No por mucho descansar vamos a matar el tiempo, que el tiempo está para disfrutarlo: así que ánimo; mucho ánimo.
A leer.
 



RINCÓN DEL FILÓSOFO
2014



MARZO

1.

La vida es el ser en perspectiva, y su motor es el ánimo: la fortaleza. Cuando al ánimo se le une la razón queda convertido en voluntad. Vida, ánimo y voluntad son los tres ejes que sostienen el ser.


2.

Conocer es desear; por lo tanto, querer. Percibir es aquí menos captar lo que nos es dado que poner en el mundo lo que queremos captar.

           
            Se le representó a don Quijote lo que deseaba.  
                               Primera parte, cap. 2, 110.  



3.

Conocer es sentir. Es percibir sensaciones, despertar sentimientos: eso es también conocer el mundo.
           
           
¿Cómo dices eso? –respondió don Quijote-. ¿No oyes el relinchar de los caballos, el tocar de los clarines, el ruido de los atambores?
           -No oigo otra cosa –respondió Sancho- sino muchos balidos de ovejas y carneros.
                                        Primera parte, cap. 18, 244.  


Pero cada uno percibe sensaciones interpretadas. Don Quijote y Sancho perciben los mismos ruidos, pero donde el primero oye relinchos, clarines y tambores, el segundo oye balidos; la percepción no es, por tanto, criterio de verdad.


4.

Conocer es reconocer. La cabeza del gigante se parece a un gran pellejo de vino (y no al revés). Lo que se parece a lo que hay escrito en los libros toma visos de realidad.

           
            Él la pintó en su imaginación de la misma traza y modo que lo había leído en sus libros. 
                               Primera parte, cap. 16, 226.
 

Tener nombre es existir: así lo observamos en el curioso razonamiento de Sancho cuando quiere demostrar que su sufrimiento cuando lo mantearon fue auténtico y verdadero.
           
            Y todos, según los oí nombrar cuando me volteaban, tenían sus hombres: que el uno se llamaba Pedro Martínez, y el otro Tenorio Hernández, y el ventero oí que se llamaba Juan Palomeque el Zurdo.
                               Primera parte, cap. 18, 239.





ABRIL

5.

            -A través de sombras y reflejos se puede intuir más o menos cómo es la estructura superficial de un objeto; pero la intuición intelectual nos descubre más bien su estructura profunda; lo que la imaginación nos descubre son las formas ancladas en el cuerpo, que está en continua transformación, pero por la intuición intelectual captamos las formas que, sacadas del cuerpo, están más bien ancladas en el alma.


6.

            -Discurrir no es lo mismo que intuir. La intuición es una inteligencia que no puede expresarse con palabras; no es discursiva. Es, pues, una forma de iluminación, de comprensión súbita sólo con los ojos del alma: sin los del cuerpo.


7.

            -La inteligencia discursiva se puede expresar con palabras, y la intuición intelectual es inefable; lo que significa que sólo entre las palabras, y no dentro de ellas, se escurre, como el agua entre los dedos, lo poco que retenemos de lo mucho que no podemos expresar.


MAYO            

8.

Un error en lo profundo está más cerca de la verdad que una exactitud en la superficie.
La intuición intelectual puede ser al mismo tiempo muy clara y muy profunda. Claridad y oscuridad no tienen por qué corresponder respectivamente a la superficie y a la profundidad: hay zonas de lo profundo que están abiertas a la luz, porque son diáfanas.


9.

La razón se nos revela como una facultad con dos caras:

a)     Una es algorítmica o mecánica. El ideal algorítmico es un producto del ideal platónico del conocimiento.
b)     Otra es poética o creadora. Según Miró Quesada, “la sociedad industrial está transformando la razón humana en razón algorítmica, impidiendo el ejercicio de la razón poética. Está atentando contra el ideal de vida racional”.

     La razón (explica Sobrevilla) puede encontrar soluciones aunque no existan algoritmos que conduzcan a ellas. La razón se torna poética.
a)     Es inspiración porque crea el camino conforme lo va recorriendo (“se hace camino al andar”).
b)     Es razón porque, una vez encontrado el camino, todos lo pueden seguir. La razón obliga a todos a recorrerlo.



10.

            La razón es un conjunto de facultades que se ordenan de cierta manera. Pasa por tres momentos sucesivos: el planteamiento del problema (lo llamaremos momento vital); la búsqueda de la solución (momento creador o poiético); y el robustecimiento de la solución (o momento crítico, que puede conducir a destruir el edificio o a darle solidez). No hay, pues, una razón vital, una razón creadora y una razón crítica; son tres momentos de la misma actividad.


11.

            Vamos a definir ahora todos los tipos de razón que hemos ido examinando:

1.     Razón vital. Comienza en el sentir ligado a las percepciones, y utiliza el pensamiento para resolver esos problemas. Pathos y logos conjugados.
2.     Razón abstracta. Es el pensamiento aplicado a la percepción y movido por ella, pero no por los afectos. Abarca la teoría y la técnica. Logos.
3.     Razón práctica. Es la voluntad emanada de la razón vital, pero sometida a la razón abstracta. Ethos, pathos y logos.


12.

La vida se escinde en tres órdenes:
1. El conocer sintiendo que conoce desde dentro: es sabiduría.
            2. El conocer insensible que conoce desde fuera: es la ciencia.
            3. El sentir que no se siente, y por tanto no se conoce: es, en términos psicológicos, emoción más que sentimiento, vida de la sinrazón.
Así puede decir Miguel Hernández: “el hambre es el primero de los conocimientos”.


13.

Si la vida pasional es sinrazón, la vida apasionada es razón poética: sentir ciego frente a conocer sintiente.


14.

Existe un órgano capaz de captar la profundidad: el corazón como órgano de la razón.
(María Zambrano).


15.

Al hablar soltamos las palabras adaptándonos a la circunstancia. Al escribir las retenemos superando la momentaneidad. Pues bien, en la poesía “el poeta habla reteniendo en el decir”.
(María Zambrano).


16.

Razón poética (...) es lo que vengo buscando” (p. 121). Se trata de “lograr la unión de entendimiento y amor” y ver en la razón poética “la palabra que quiere fijar lo inexpresable porque no se resigna a que cada ser sea solamente aquello que parece”.
Y la palabra “antes que palabra pronunciada es una (...) respiración interior, una respiración del ser (...) hacia adentro”.
(María Zambrano).



JUNIO


17.

Un concepto es una luz que arrojamos sobre las cosas. Como esas luces se extinguen muy cerca de la superficie, necesitamos otras luces más potentes: son las metáforas.


18.

Por eso dice Miró Quesada que para ver la superficie es mejor la filosofía rigurosa, pero la filosofía literaria es la única que puede ver en lo profundo; sentir el corazón de las cosas.


19.

En un mar profundo el científico mira desde su barca, o va buceando, o, en regiones no demasiado hondas, mete buzos y batiscafos. Pero el filósofo quiere mirar más hondo aunque no vea y se pone las gafas de las metáforas, porque no ve con las gafas del concepto. Un concepto es un pensamiento que actúa incluyendo unas cosas en otras, estableciendo subordinaciones, clasificándolas. Y una metáfora es un pensamiento que establece similitudes, sugerencias, analogías. Si no podemos ver las cosas, tenemos que imaginarlas.




20.

            Una hipótesis científica es una metáfora que puede ser contrastada, tocando suelo empírico. Una hipótesis filosófica es una metáfora que no se contrasta: no porque el filósofo no quiera, sino porque no puede.


21.

Los charlatanes; son aquellos que investigan zonas accesibles al conocimiento como si fueran inaccesibles; que utilizan metáforas pudiendo utilizar conceptos; que hacen filosofía literaria cuando podrían hacerla con rigor; y permanecen en la vaguedad pudiendo ser precisos.


22.

            La razón es la capacidad de pensar lo que se observa y de observar lo que se piensa. Cuando estudiamos este proceso y codificamos sus pasos lo llamamos método racional; si lo aplicamos a esa parcela del mundo que podemos conocer, lo llamamos método científico (en su doble vertiente axiomática e hipotético-deductiva); y si lo aplicamos a parcelas del mundo difíciles o imposibles de conocer, lo llamaremos método filosófico; el primero produce filosofía rigurosa, es decir ciencia; y el segundo produce filosofía literaria, esto es, metafísica; los buenos metafísicos son los filósofos, los poetas y los científicos filosóficos; junto a ellos viven, como cizaña, los charlatanes.
            Una parte del mundo se puede oler, mirar, comer, oír y tocar; de su estudio sale la ciencia. Y hay otra parte que ni se ve, ni se toca, ni se siente ni se oye: para conocerla no sirve la ciencia; es necesaria la filosofía.
            La razón es la capacidad de pensar lo que se observa y de observar lo que se piensa. Cuando estudiamos este proceso y codificamos sus pasos lo llamamos método racional; si lo aplicamos a esa parcela del mundo que podemos conocer, lo llamamos método científico (en su doble vertiente axiomática e hipotético-deductiva); y si lo aplicamos a parcelas del mundo difíciles o imposibles de conocer, lo llamaremos método filosófico; el primero produce filosofía rigurosa, es decir ciencia; y el segundo produce filosofía literaria, esto es, metafísica; los buenos metafísicos son los filósofos, los poetas y los científicos filosóficos; junto a ellos viven, como cizaña, los charlatanes.
            Una parte del mundo se puede oler, mirar, comer, oír y tocar; de su estudio sale la ciencia. Y hay otra parte que ni se ve, ni se toca, ni se siente ni se oye: para conocerla no sirve la ciencia; es necesaria la filosofía.


23.

La ciencia sólo estudia fenómenos. Para las realidades inobservables ya está la filosofía. Hay científicos que ahondan tanto en los fenómenos que llegan hasta donde no se pueden observar. Einstein, Heisenberg, Dirac empezaron siendo científicos; pero en el punto de llegada ¿no se convirtieron en filósofos? Hay carreras y caminos que nos transforman mientras los transitamos.


JULIO

24.

Mandar no es lavar cerebros para que te obedezcan, sino lograr que te obedezcan cerebros despiertos.


25.
                                                                                        
Mandar no es obligar sin más, sino obligar convenciendo. La autoridad no tiene nada que ver con la violencia.



AGOSTO


26.


El mando, a diferencia de la violencia, obliga a la gente a hacer lo que quiere. La violencia nos impone lo que no queremos. 



 




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