PENSAMIENTOS
Ha llegado el verano.
España entera se vuelve pereza. La lechuza levanta el vuelo al anochecer pero éstas
son noches calurosas; a duras penas
podemos dormir.
No conviene escribir cosas pesadas (bastante
nos pesa ya la cabeza cuando luchamos contra el calor): en eso ha pensado también
la lechuza; ha hecho una antología, una miscelánea de frases salidas de cuando
se hizo literaria, allá por su primer año de vida. Habrá, pues, un rincón del
filósofo, un rincón del poeta, un rincón del curioso y un rincón del maestro.
Animo, pues, a los lectores a tomar estas
píldoras. Píldoras ligeras. Frases para el verano pues los momentos agradables también
pueden sestear en la cultura. No por mucho descansar vamos a matar el tiempo,
que el tiempo está para disfrutarlo: así que ánimo; mucho ánimo.
A leer.
RINCÓN DEL FILÓSOFO
2014
MARZO
1.
La vida es el ser en
perspectiva, y su motor es el ánimo: la fortaleza. Cuando al ánimo se le une la
razón queda convertido en voluntad. Vida, ánimo y voluntad son los tres ejes
que sostienen el ser.
2.
Conocer
es desear; por lo tanto, querer. Percibir es aquí menos captar lo que nos es dado
que poner en el mundo lo que queremos captar.
|
Se le representó a don Quijote lo
que deseaba.
Primera parte, cap. 2,
110.
|
|
3.
Conocer
es sentir. Es percibir
sensaciones, despertar sentimientos: eso es también conocer el mundo.
|
¿Cómo dices eso? –respondió don Quijote-. ¿No oyes el
relinchar de los caballos, el tocar de los clarines, el ruido de los
atambores?
-No
oigo otra cosa –respondió Sancho- sino muchos balidos de ovejas y carneros.
Primera parte,
cap. 18, 244.
|
|
Pero cada uno percibe sensaciones
interpretadas. Don Quijote y Sancho perciben los mismos ruidos, pero donde el
primero oye relinchos, clarines y tambores, el segundo oye balidos; la
percepción no es, por tanto, criterio de verdad.
4.
Conocer
es reconocer. La cabeza del
gigante se parece a un gran pellejo de vino (y no al revés). Lo que se parece a lo que hay escrito en los
libros toma visos de realidad.
|
Él la pintó en su imaginación
de la misma traza y modo que lo había leído en sus libros.
Primera parte,
cap. 16, 226.
|
|
Tener nombre es existir: así lo
observamos en el curioso razonamiento de Sancho cuando quiere demostrar que su
sufrimiento cuando lo mantearon fue auténtico y verdadero.
|
Y todos, según los oí nombrar cuando me
volteaban, tenían sus hombres: que el uno se llamaba Pedro Martínez, y el
otro Tenorio Hernández, y el ventero oí que se llamaba Juan Palomeque el
Zurdo.
Primera parte,
cap. 18, 239.
|
|
ABRIL
5.
-A
través de sombras y reflejos se puede intuir más o menos cómo es la estructura
superficial de un objeto; pero la intuición intelectual nos descubre más bien
su estructura profunda; lo que la imaginación nos descubre son las formas
ancladas en el cuerpo, que está en continua transformación, pero por la
intuición intelectual captamos las formas que, sacadas del cuerpo, están más
bien ancladas en el alma.
6.
-Discurrir
no es lo mismo que intuir. La intuición es una inteligencia que no puede
expresarse con palabras; no es discursiva. Es, pues, una forma de iluminación,
de comprensión súbita sólo con los ojos del alma: sin los del cuerpo.
7.
-La
inteligencia discursiva se puede expresar con palabras, y la intuición
intelectual es inefable; lo que significa que sólo entre las palabras, y no
dentro de ellas, se escurre, como el agua entre los dedos, lo poco que
retenemos de lo mucho que no podemos expresar.
MAYO
8.
Un error en lo profundo está más
cerca de la verdad que una exactitud en la superficie.
La intuición intelectual puede
ser al mismo tiempo muy clara y muy profunda. Claridad y oscuridad no tienen
por qué corresponder respectivamente a la superficie y a la profundidad: hay
zonas de lo profundo que están abiertas a la luz, porque son diáfanas.
9.
La razón se nos revela como una
facultad con dos caras:
a) Una es algorítmica o mecánica.
El ideal algorítmico es un producto del ideal platónico del conocimiento.
b) Otra es poética o creadora.
Según Miró Quesada, “la sociedad industrial está transformando la razón humana
en razón algorítmica, impidiendo el ejercicio de la razón poética. Está
atentando contra el ideal de vida racional”.
La
razón (explica Sobrevilla) puede encontrar soluciones aunque no existan
algoritmos que conduzcan a ellas. La razón
se torna poética.
a) Es inspiración porque crea el camino conforme lo va recorriendo (“se hace camino al
andar”).
b) Es razón
porque, una vez encontrado el camino, todos lo pueden seguir. La razón obliga a
todos a recorrerlo.
10.
La
razón es un conjunto de facultades que se ordenan de cierta manera. Pasa por
tres momentos sucesivos: el planteamiento del problema (lo llamaremos momento
vital); la búsqueda de la solución (momento creador o poiético); y el
robustecimiento de la solución (o momento crítico, que puede conducir a
destruir el edificio o a darle solidez). No hay, pues, una razón vital, una
razón creadora y una razón crítica; son tres momentos de la misma actividad.
11.
Vamos
a definir ahora todos los tipos de razón que hemos ido examinando:
1. Razón vital. Comienza en el
sentir ligado a las percepciones, y utiliza el pensamiento para resolver esos
problemas. Pathos y logos conjugados.
2. Razón abstracta. Es el
pensamiento aplicado a la percepción y movido por ella, pero no por los
afectos. Abarca la teoría y la técnica. Logos.
3. Razón práctica. Es la voluntad
emanada de la razón vital, pero sometida a la razón abstracta. Ethos, pathos y
logos.
12.
La vida se escinde en tres
órdenes:
1. El conocer sintiendo que conoce desde
dentro: es sabiduría.
2.
El conocer insensible que conoce desde fuera: es la ciencia.
3.
El sentir que no se siente, y por
tanto no se conoce: es, en términos
psicológicos, emoción más que sentimiento,
vida de la sinrazón.
Así puede decir Miguel
Hernández: “el hambre es el primero de los conocimientos”.
13.
Si la vida pasional es sinrazón, la vida apasionada es razón poética: sentir ciego
frente a conocer sintiente.
14.
Existe un órgano capaz de captar la profundidad: el
corazón como órgano de la razón.
(María Zambrano).
15.
Al
hablar soltamos las palabras
adaptándonos a la circunstancia. Al escribir
las retenemos superando la momentaneidad. Pues bien, en la poesía “el poeta
habla reteniendo en el decir”.
(María Zambrano).
16.
Razón poética (...) es lo que vengo buscando”
(p. 121). Se trata de “lograr la unión de entendimiento y amor” y ver en la
razón poética “la palabra que quiere fijar lo inexpresable porque no se resigna
a que cada ser sea solamente aquello que parece”.
Y la palabra “antes que palabra pronunciada
es una (...) respiración interior, una respiración del ser (...) hacia
adentro”.
(María Zambrano).
JUNIO
17.
Un concepto es
una luz que arrojamos sobre las cosas. Como esas luces se extinguen muy cerca
de la superficie, necesitamos otras luces más potentes: son las metáforas.
18.
Por eso dice
Miró Quesada que para ver la superficie es mejor la filosofía rigurosa, pero la
filosofía literaria es la única que puede ver en lo profundo; sentir el corazón
de las cosas.
19.
En un mar
profundo el científico mira desde su barca, o va buceando, o, en regiones no
demasiado hondas, mete buzos y batiscafos. Pero el filósofo quiere mirar más
hondo aunque no vea y se pone las gafas de las metáforas, porque no ve con las
gafas del concepto. Un concepto es un pensamiento que actúa incluyendo unas
cosas en otras, estableciendo subordinaciones, clasificándolas. Y una metáfora
es un pensamiento que establece similitudes, sugerencias, analogías. Si no
podemos ver las cosas, tenemos que imaginarlas.
20.
Una
hipótesis científica es una metáfora que puede ser contrastada, tocando suelo
empírico. Una hipótesis filosófica es una metáfora que no se contrasta: no
porque el filósofo no quiera, sino porque no puede.
21.
Los
charlatanes; son aquellos que investigan zonas accesibles al conocimiento como
si fueran inaccesibles; que utilizan metáforas pudiendo utilizar conceptos; que
hacen filosofía literaria cuando podrían hacerla con rigor; y permanecen en la
vaguedad pudiendo ser precisos.
22.
La
razón es la capacidad de pensar lo que se observa y de observar lo que se
piensa. Cuando estudiamos este proceso y codificamos sus pasos lo llamamos
método racional; si lo aplicamos a esa parcela del mundo que podemos conocer,
lo llamamos método científico (en su doble vertiente axiomática e hipotético-deductiva);
y si lo aplicamos a parcelas del mundo difíciles o imposibles de conocer, lo
llamaremos método filosófico; el primero produce filosofía rigurosa, es decir
ciencia; y el segundo produce filosofía literaria, esto es, metafísica; los buenos
metafísicos son los filósofos, los poetas y los científicos filosóficos; junto
a ellos viven, como cizaña, los charlatanes.
Una
parte del mundo se puede oler, mirar, comer, oír y tocar; de su estudio sale la
ciencia. Y hay otra parte que ni se ve, ni se toca, ni se siente ni se oye:
para conocerla no sirve la ciencia; es necesaria la filosofía.
La
razón es la capacidad de pensar lo que se observa y de observar lo que se
piensa. Cuando estudiamos este proceso y codificamos sus pasos lo llamamos
método racional; si lo aplicamos a esa parcela del mundo que podemos conocer,
lo llamamos método científico (en su doble vertiente axiomática e
hipotético-deductiva); y si lo aplicamos a parcelas del mundo difíciles o
imposibles de conocer, lo llamaremos método filosófico; el primero produce
filosofía rigurosa, es decir ciencia; y el segundo produce filosofía literaria,
esto es, metafísica; los buenos metafísicos son los filósofos, los poetas y los
científicos filosóficos; junto a ellos viven, como cizaña, los charlatanes.
Una
parte del mundo se puede oler, mirar, comer, oír y tocar; de su estudio sale la
ciencia. Y hay otra parte que ni se ve, ni se toca, ni se siente ni se oye:
para conocerla no sirve la ciencia; es necesaria la filosofía.
23.
La ciencia sólo
estudia fenómenos. Para las realidades inobservables ya está la filosofía. Hay
científicos que ahondan tanto en los fenómenos que llegan hasta donde no se
pueden observar. Einstein, Heisenberg, Dirac empezaron siendo científicos; pero
en el punto de llegada ¿no se convirtieron en filósofos? Hay carreras y caminos
que nos transforman mientras los transitamos.
JULIO
24.
Mandar no es
lavar cerebros para que te obedezcan, sino lograr que te obedezcan cerebros
despiertos.
25.
Mandar no es
obligar sin más, sino obligar convenciendo. La autoridad no tiene nada que ver
con la violencia.
AGOSTO
26.
El mando, a
diferencia de la violencia, obliga a la gente a hacer lo que quiere. La
violencia nos impone lo que no queremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario