sábado, 17 de enero de 2015

Palabras para ti...para ti





PALABRAS PARA TI… Y PARA TI


            Somos como los coches que avanzan por la carretera: una fuerza en el depósito de gasolina, una chispa en la llave de contacto, una meta; para conducir, hay un cuadro de mandos; y un buen asiento para estar a gusto.
           

  1. Eres un motor.

Eres una naturaleza que anda y piensa: tu naturaleza consiste en moverse, sólo se están quietos los que no tienen ilusión, los que no tienen vida, y tu vida es el motor de tu existencia: pero no basta con tenerlo, además tienes que usarlo.
             

  1. Eres una fuerza.

La gasolina es la fuerza con la que anda el motor. Tu fuerza es la ilusión, siempre que tengas ilusiones tendrás energía.
Una persona sin ilusión es como un coche sin gasolina: no anda.


  1. Eres una meta.

La ilusión debe ir unida al sueño. Tu sueño es tu meta, tu horizonte, el sitio adonde quieres ir. 
            Hay quien vive con ilusiones vacías y se emociona, pero no sabe por qué.
            Hay quien tiene sueños que no le emocionan, sueños inertes, historias sin fuerza, metas sin interés.
            Y hay quien se propone metas interesantes: sabe adónde quiere ir y tiene fuerzas para andar. Afortunadamente, entre esos estás tú.
            Una persona sin metas en la vida es como un coche que puede andar y no sabe adónde.


  1. Eres una chispa.

Pero por muchos sueños y muchas ilusiones que tengas, si no tienes valor para echarte a andar no arrancarás nunca. El valor es la chispa de la vida. La chispa que enciende el motor, la que enciende la gasolina, la que arranca el coche: tienes un sueño que te emociona y tú tienes la llave, la llave de contacto.  
Quienes sueñan y no se atreven no podrán cumplir nunca sus sueños; no tienen proyectos. Un sueño es un ideal que debe convertirse en objetivo si quieres realizarlo. Hay que prender la chispa que lo ponga en marcha.
Una persona sin chispa es como un coche sin llave de contacto: puede andar, pero no anda.
Es la voluntad, la fuerza de carácter, el atrevimiento.
Pero no la temeridad; no hay que atreverse con las cosas insensatas.


  1. Eres un camino.

Un camino es un mapa. Por mucho que sepas adónde ir, si no sabes por dónde se va estarás perdido. Los sueños te dan la fuerza, tu llave es tu voluntad, en eso consiste ser valiente; pero los mapas te muestran el camino y en eso consiste ser sensato.
            Hay que soñar y decidirse; hay que ser romántico.
            Pero también hay que leer mapas; hay que ser realista.
            El mapa es un camino virtual. El mundo es un camino real. Tienes que cuidar el mundo si quieres caminar por él. No se ensucian las calles por donde se pasa, las mesas donde se come, los váteres que se usan. ¿Te gustaría parar en un área de servicio y que las mesas estuvieran cubiertas de basura? ¿No? Pues tampoco dejes la mesa sin recoger, porque cuando vuelvas a casa te gustará encontrarla limpia. Ni dejes la cama sin hacer, porque una cama revuelta te deprime por el día y te incomoda por la noche. Salir de casa dejando la casa limpia nos cuesta, pero volver a casa y encontrarla en orden nos gusta.
            Lo mismo que has sido valiente para realizar tus sueños, tienes que tener fuerza para limpiar el camino. Lo mismo que eres tenaz para cumplir tus objetivos, también tienes que serlo para cuidar tu casa. No hay que ser desordenado. Ni sucio.
            El piloto usa el coche para llegar a la meta, pero también lo cuida, le mira los filtros, la presión de las ruedas, el aceite, el motor, lo engrasa y le echa gasolina.
            Tú usas tu casa para convertir tus sueños en realidad, pero tienes que cuidarla primero para dormir bien y tener buenos sueños. Tu casa es el coche que te lleva: si la cuidas, vivirás feliz; si te olvidas de ella, algo se descolocará en tu equilibrio; aunque a ti no te lo parezca.
            El mundo es tu casa, tu descanso, tu camino. Para cambiar el mundo tienes que cuidarlo bien: acuérdate de esto.

            Y si prestas atención a todas estas cosas serás feliz. Muy feliz, hijo mío.


EPILOGO

1

            Hay gente que se pasa la vida cuidando de su casa y se olvida de soñar.
            Hay gente que se pasa la vida soñando y se olvida de limpiar.
            Tú, que tienes sueños, ilusiones y chispa, debes tener cuidado; cuidar el coche, cuidar el camino, cuidar tu casa. Entonces serás feliz.
            Muy felices, hijos míos.


2

Somos un motor, tenemos gasolina y tenemos una meta, un camino y una llave. Cada meta crea su propio camino; no se puede ir en coche por el mar ni andar por carretera si vas en barco. El lugar adonde vas es el lugar por donde pasas. Tú quieres ser el que ya eres, y para convertirte en ti mismo no hace falta cambiar de lugar: sólo tienes que realizarte. 
Somos el sueño que queremos ser.
Pues entonces seamos lo que queremos. ¡Andando!





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