PALABRAS PARA TI… Y PARA TI
Somos
como los coches que avanzan por la carretera: una fuerza en el depósito de
gasolina, una chispa en la llave de contacto, una meta; para conducir, hay un
cuadro de mandos; y un buen asiento para estar a gusto.
- Eres un motor.
Eres una
naturaleza que anda y piensa: tu naturaleza consiste en moverse, sólo se están
quietos los que no tienen ilusión, los que no tienen vida, y tu vida es el
motor de tu existencia: pero no basta con tenerlo, además tienes que usarlo.
- Eres una fuerza.
La gasolina es
la fuerza con la que anda el motor. Tu fuerza es la ilusión, siempre que tengas
ilusiones tendrás energía.
Una persona
sin ilusión es como un coche sin gasolina: no anda.
- Eres una meta.
La ilusión
debe ir unida al sueño. Tu sueño es tu meta, tu horizonte, el sitio adonde
quieres ir.
Hay
quien vive con ilusiones vacías y se emociona, pero no sabe por qué.
Hay
quien tiene sueños que no le emocionan, sueños inertes, historias sin
fuerza, metas sin interés.
Y
hay quien se propone metas interesantes: sabe adónde quiere ir y tiene fuerzas
para andar. Afortunadamente, entre esos estás tú.
Una
persona sin metas en la vida es como un coche que puede andar y no sabe adónde.
- Eres una chispa.
Pero por
muchos sueños y muchas ilusiones que tengas, si no tienes valor para echarte a
andar no arrancarás nunca. El valor es la chispa de la vida. La chispa que
enciende el motor, la que enciende la gasolina, la que arranca el coche: tienes
un sueño que te emociona y tú tienes la llave, la llave de contacto.
Quienes sueñan
y no se atreven no podrán cumplir nunca sus sueños; no tienen proyectos. Un
sueño es un ideal que debe convertirse en objetivo si quieres realizarlo. Hay que
prender la chispa que lo ponga en marcha.
Una persona
sin chispa es como un coche sin llave de contacto: puede andar, pero no anda.
Es la voluntad,
la fuerza de carácter, el atrevimiento.
Pero no la
temeridad; no hay que atreverse con las cosas insensatas.
- Eres un camino.
Un camino es
un mapa. Por mucho que sepas adónde ir, si no sabes por dónde se va estarás
perdido. Los sueños te dan la fuerza, tu llave es tu voluntad, en eso consiste
ser valiente;
pero los mapas te muestran el camino y en eso consiste ser sensato.
Hay
que soñar y decidirse; hay que ser romántico.
Pero
también hay que leer mapas; hay que ser realista.
El
mapa es un camino virtual. El mundo es un camino real. Tienes que cuidar el
mundo si quieres caminar por él. No se ensucian las calles por donde se pasa,
las mesas donde se come, los váteres que se usan. ¿Te gustaría parar en un área
de servicio y que las mesas estuvieran cubiertas de basura? ¿No? Pues tampoco
dejes la mesa sin recoger, porque cuando vuelvas a casa te gustará encontrarla limpia.
Ni dejes la cama sin hacer, porque una cama revuelta te deprime por el día y te
incomoda por la noche. Salir de casa dejando la casa limpia nos cuesta, pero
volver a casa y encontrarla en orden nos gusta.
Lo
mismo que has sido valiente para realizar tus sueños, tienes que tener fuerza
para limpiar el camino. Lo mismo que eres tenaz para cumplir tus objetivos, también
tienes que serlo para cuidar tu casa. No hay que ser desordenado. Ni sucio.
El
piloto usa el coche para llegar a la meta, pero también lo cuida, le mira los
filtros, la presión de las ruedas, el aceite, el motor, lo engrasa y le echa
gasolina.
Tú
usas tu casa para convertir tus sueños en realidad, pero tienes que cuidarla
primero para dormir bien y tener buenos sueños. Tu casa es el coche que te
lleva: si la cuidas, vivirás feliz; si te olvidas de ella, algo se descolocará
en tu equilibrio; aunque a ti no te lo parezca.
El
mundo es tu casa, tu descanso, tu camino. Para cambiar el mundo tienes que
cuidarlo bien: acuérdate de esto.
Y
si prestas atención a todas estas cosas serás feliz. Muy feliz, hijo mío.
EPILOGO
1
Hay
gente que se pasa la vida cuidando de su casa y se olvida de soñar.
Hay
gente que se pasa la vida soñando y se olvida de limpiar.
Tú,
que tienes sueños, ilusiones y chispa, debes tener cuidado; cuidar el coche,
cuidar el camino, cuidar tu casa. Entonces serás feliz.
Muy
felices, hijos míos.
2
Somos un
motor, tenemos gasolina y tenemos una meta, un camino y una llave. Cada meta
crea su propio camino; no se puede ir en coche por el mar ni andar por
carretera si vas en barco. El lugar adonde vas es el lugar por donde pasas. Tú
quieres ser el que ya eres, y para convertirte en ti mismo no hace falta
cambiar de lugar: sólo tienes que realizarte.
Somos el sueño
que queremos ser.
Pues entonces
seamos lo que queremos. ¡Andando!
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