viernes, 25 de febrero de 2022

NADAL

  

 

NADAL

 


            En Melbourne Rafael Nadal se convirtió en el mejor tenista de la historia. En el año 2022. Como todas las cosas son mejoradas por otros que las superarán después, así Nadal probablemente en un futuro deje de ser el mejor; pero lo fue algún día.

            ¿Cómo lo consiguió? Tiene 35 años y el pie roto (una lesión crónica que más pronto que tarde lo obligará a retirarse, como se retiró Federer). Hay jugadores más jóvenes con una técnica impresionante y una salud de hierro (Tsisipras, Medvedev). Y Nadal los superó a todos. Sacó, es el momento de decirlo, fuerzas de flaqueza (que es lo mismo que decir que sacó fuerzas de donde no las había). ¿Cómo lo hizo?

            Con una pasión de hierro. Con una constancia incontenible, portento de tenacidad. La fuerza del ánimo se metió en la debilidad del cuerpo y lo dirigió, como un cohete, cargado de carburante, hacia el espacio sideral. Y llegó a la meta. Recorrió el espacio. Vislumbró el destino que buscaba y que se iba acercando a medida que él avanzaba: y triunfó.

            Todos podemos hacerlo. En todos nosotros hay esa fuerza titánica, ese pundonor, ese empeño, esa ilusión inquebrantable, esa moral tan alta que no se rinde ante el dolor.

            Sí, pero hay que conocer los límites; por no tenerlos en cuenta hay jugadores que se han torcido, trabajadores que se han estropeado, artistas que se han roto y luchadores que han acabado mal; incluso muriendo. Aún recuerdo aquel maratón donde uno de los corredores estaba exhausto; quiso sacar fuerzas de flaqueza pero ya no las tenía, como las tuvo Nadal; y por forzar la maquinaria se le paró el corazón.

            Sacar fuerzas de flaqueza  es sacarlas de donde no las hay. Es un decir; en Nadal sí las había y las arrancó forzando la maquinaria; en el corredor que acabó muerto no las había y sucumbió en el esfuerzo cuando la quiso forzar. ¿Cómo saber si cuando desfallecemos aún tenemos fuerzas en la reserva? ¿Cómo saber si con más esfuerzo todavía tenemos de donde sacar? No lo sabemos. Es un riesgo forzar el agotamiento y nunca sabremos, si forzamos, cuándo nos espera la muerte y cuándo la victoria, como a Nadal.

 


 

 

 

1 comentario:

  1. Hermosa reflexión y palabras ciertas sobre Rafa Nadal, a quien me une la admiración por años y
    su coraje y humildad. Gracias querida Lechuza por este literario homenaje a mi Rafa querido. Rescato :" Todos podemos hacerlo. En todos nosotros hay esa fuerza titánica, ese pundonor, ese empeño, esa ilusión inquebrantable, esa moral tan alta que no se rinde ante el dolor."

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