HABLANDO CON UN CRISTAL
3. De la monarquía.
Cuando compramos zapatos vienen en caja. Y una pluma para escribir, y un collar para adornarnos, y bombones, y turrones, y huevos y garbanzos; y patatas. Unas veces los venden en paquetes, otras en bolsas, otras en cajas. A veces forramos los libros para que no se manchen y otras para que estén bonitos; otras, para que no se rompan cuando los trasladamos.
Las apariencias engañan a veces. Bien saben los tenderos atraer al cliente con los envoltorios, embellecer por fuera lo que por dentro es feo: algunas cajitas son más bellas que las joyas que contienen, algunos paquetes más ricos que los bombones: pero los turrones tienen por fuera lo mismo que tienen dentro; también los sarcófagos tienen la misma forma que los cadáveres y las hueveras se parecen a los huevos, aunque las cajas de ostras no se parecen a las ostras. No todo lo que reluce es oro.
A veces nos da por denostar a la monarquía y la monarquía no es más que un envoltorio. Nos da por tirar la caja sin mirar lo que hay dentro cuando por dentro puede ser absoluta, constitucional o parlamentaria; también la república es una caja y puede contener ciudadanos, reyes, déspotas o demagogos. Tirar una caja para poner otra es tan absurdo como disfrutar de una liebre cuando comemos gato. Que hay repúblicas más corruptas que los reyes es tan verdad como que a veces nos están dando gato por liebre.
Muy cierto lo que dices mi querida Lechuza, rescato: "Que hay repúblicas más corruptas que los reyes es tan verdad como que a veces nos están dando gato por liebre." Perú 🇵🇪 hoy en un momento tan absurdo...
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