EL ESTUDIANTE CORROMPIDO
Decía MacIntyre que cuando perseguimos fines distintos de los que tiene nuestra actividad nos corrompemos. El fin de la medicina es curar y justo es que los médicos cobren por su trabajo; pero cuando un médico sólo trabaja para ganar dinero y nada le importa la salud de su paciente, su trabajo es una forma de corrupción. También les ocurre a los maestros que se olvidan de los alumnos cuando enseñan pensando sólo en el sueldo. Y el fabricante que hace coches defectuosos para venderlos mejor, también se está corrompiendo.
Hay una forma de corrupción que afecta al estudio. Estudiamos para aprender, eso está claro. También solemos estudiar para aprobar, sí, siempre que también estemos aprendiendo. Lo que no se puede admitir es que alguien estudie para aprobar sin importarle para nada si aprende. Supongamos que quiero ser enfermero. Gracias a mis estudios de enfermería puedo aprobar y sacarme el título. Pero si me gradúo de enfermero olvidándome de todo lo que he estudiado, mal podré ejercer mis funciones cuando trabaje en el hospital; si no sé preparar una medicina, si no sé calcular las proporciones que debe tener cada ingrediente, si no sé hacerlo de manera aséptica, fácilmente puedo matar al paciente aunque no quiera. ¿Qué clase de enfermero seré entonces? ¿Tengo derecho a ejercer mi actividad? ¿No estoy faltando a mis obligaciones éticas?
Al estudiante no le suele preocupar si aprende o no aprende. Lo único que le preocupa es si aprueba o suspende. Cuando abre el libro no se pregunta cómo debe hacer para entenderlo, lo único que le preocupa es si le van a preguntar lo que estudia; y sólo se estudia lo que le preguntan.
-¿Hay que aprenderse la multiplicación?
-No, eso no entra.
-¿Y la suma y la resta?
-No, sólo la división.
-Huy, qué bien; entonces hay poco que estudiar.
Cada tema tiene cinco páginas. Si se lo estudiara todo tendría quince páginas para aprender, pero como no tiene más que un tema sólo se tiene que estudiar cinco.
Respira. Sonríe. Se tranquiliza. Abre el libro por la página de la división y no entiende nada de nada. Oh, dios mío, ¿cómo voy a hacer? Va a clases particulares y le dice su profesor:
-¿Sabes sumar?
-No.
-¿Y restar, y multiplicar?
-Tampoco.
-Pues sin sumar ni restar ni multiplicar no se puede dividir.
Y tiene que estudiar los tres temas aunque sólo le vayan a preguntar uno. No le van a poner cuentas de sumar, pero tiene que aprenderse la suma. No le van a poner cuentas de multiplicar, pero tiene que aprender la multiplicación. De modo que aunque sólo le pongan cuentas de dividir se va a tener que estudiar todas las páginas. Ante un tema del libro el alumno no se debería preguntar si esto entra sino si me va a servir para aprenderme lo que quieren preguntarme. Yo estaba explicando con entusiasmo el Renacimiento en España. De pronto un alumno levanta la mano. Emocionado por que alguien quiera preguntar algo, le doy la palabra y me dice:
-¿Esto entra para el examen?
Se me cayó al suelo todo el entramado de mi alma.
Los estudiantes protestan porque quieren un mundo mejor. Les repugna la corrupción de los políticos. Dicen que quieren una educación de calidad. Y cuando sólo les preocupa lo que entra en el examen, desentendiéndose lisa y llanamente del placer de aprender, en realidad se están comportando como estudiantes corruptos. Lo mismo que cuando copian haciendo chuletas, y te aseguro que copian como bellacos sin el menor escrúpulo. Luchan contra la corrupción pero no están dispuestos a dejar de ser corruptos. Porque, olvidándose de aprender bien las cosas para trabajar algún día más y mejor, y abandonándose a la pereza de estudiar poco, lo único que les va a preocupar es aprobar el curso; y abrirán la puerta sin saber qué les espera cuando empiezan a buscar por dentro.
Excelente reflexión querida Lechuza, esto es precisamente lo que no deseamos para nuestros estudiantes , pero la realidad es otra, sí... " Los estudiantes protestan porque quieren un mundo mejor. Les repugna la corrupción de los políticos. Dicen que quieren una educación de calidad. Y cuando sólo les preocupa lo que entra en el examen, desentendiéndose lisa y llanamente del placer de aprender, en realidad se están comportando como estudiantes corruptos. Lo mismo que cuando copian haciendo chuletas, y te aseguro que copian como bellacos sin el menor escrúpulo. Luchan contra la corrupción pero no están dispuestos a dejar de ser corruptos. Porque, olvidándose de aprender bien las cosas para trabajar algún día más y mejor, y abandonándose a la pereza de estudiar poco, lo único que les va a preocupar es aprobar el curso; y abrirán la puerta sin saber qué les espera cuando empiezan a buscar por dentro."
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